​El lanzamiento de la misión Artemisa 1 marca varios retos, su retraso los ha hecho más evidentes.

La misión Artemisa 1 es el cohete más poderoso creado por la humanidad, un edificio de más de 30 pisos llevando a los humanos a colonizar la Luna. Esta obra de la ingeniería espacial servirá de base para llegar al planeta Marte.

Un viaje al planeta Marte sería muy difícil de realizar si quisiéramos volar a los astronautas desde la Tierra, ya que la nave sería muy pequeña y esta travesía –de no menor a los ocho meses- requiere el contenido de provisiones equivalente a 400 carritos de supermercado por astronauta. Llevar cada kilo al espacio requiere hasta diez veces más la masa del cohete. En pocas palabras, por cada kilo que sacamos de la Tierra necesitamos diez kilos en cohete y combustible.

Sin embargo, la Luna es una gran alternativa, ya que existe agua y combustible que puede ser extraído de ahí; a esto se le suma la utilización de nuevas formas de energía más eficientes, es por ello, que esta conquista se hace atractiva para otros países. El extraer combustible y agua desde la luna es más eficiente ya que tiene una sexta parte de la gravedad de la Tierra, por ende, es más fácil sacarlo de la Luna que de Marte en términos de eficiencia de masa.
 
Llegar a la Luna implica tres objetivos: el primero colonizar y que sea una mujer quien lo haga; el segundo es tener una colonia lunar permanente y, por último, el ensamblaje de una nueva estación espacial en la órbita de la Luna, la cual llevará el nombre Deep Space Gateway o puerta de espacio profundo. Esta estación apoyará a los astronautas en la Luna y al ser construida junto con la nave espacial Orion -desarrollada por la empresa Lockheed Martin-, será posible viajar al vecino rojo. Llevar una estación espacial en vez de solo una nave hace más viable la llegada a Marte, por razones que compartiré en otro post.

​Ahora bien, la actual Estación Espacial Internacional eventualmente será transferida a la empresa privada Axiom, misma que está desarrollando módulos adicionales en Houston, TX. El reto es explotar el turismo espacial y comercializarlo, actores como Tom Cruise ya se enlistaron en la misión Axiom 2.

Por otro lado, la misión del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS por sus siglas en inglés) involucra varios grados de complejidad técnica y política. Por un lado, es el cohete espacial más complejo construido por la humanidad, el cual combina las experiencias aprendidas en las misiones Apollo, de ahí la similitud del cohete y la espuma del mismo, así como los carburantes de combustible sólido (los cohetes blancos adyacentes) del transbordador espacial, lo cual lo convierte en el cohete más poderoso de la actualidad. Sin embargo, el libre mercado siempre ayuda a obtener el mejor precio y calidad; desafortunadamente el SLS ha sufrido de múltiples retrasos y los costos se han elevado.

​Este cohete desarrollado en su mayoría por Boeing ha sido criticado debido al alto costo y que no es reutilizable. En comparación la empresa SpaceX ofrece una solución de cohete reutilizable que puede llevarnos a la Luna en una forma aparentemente más barata. El posponer el lanzamiento del SLS trajo muchas críticas ya que la empresa Boeing ha venido sufriendo varios problemas desde la falla de su avión 737 MAX que fue removido por un tiempo del mercado, la nave Starliner que compite con SpaceX que tuvo muchos retrasos y al día de hoy no ha podido llevar a ningún astronauta al espacio. Hoy Boeing parece estar en evidencia con el lanzamiento del SLS.
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Esta es una contienda tecnológica de dos empresas, Boeing y SpaceX, compitiendo por el mejor cohete; por su lado, otras empresas como Lockheed Martin proveen con la nave Orion que llevará a los astronautas a la Luna y a Marte. Esperemos que este lanzamiento sea un éxito, sobre todo porque fallar no es una opción y Boeing sabe que en este mercado abierto el fallar podría significar el cuestionamiento de su cohete y otros contractos. Vale la pena resaltar que Boeing actualmente es el contratista principal en la Estación Espacial Internacional (ISS). Por lo que el lanzamiento de la misión Artemisa 1 ofrece un gran reto por mantener vivo el SLS y al mismo tiempo de mantener a los Estados Unidos y sus países aliados en el liderazgo de colonizar la Luna. Veamos con cuidado lo que sucede en este lanzamiento, ya que como decía Franklin D. Roosevelt, en política, nada pasa por accidente.