Fernando de la Peña, CEO de la empresa AEXA Aerospace, cumplió “el sueño americano” al convertirse en uno de los contratistas de la NASA, del Departamento de Educación y de la Defensa Foto: Cortesía Pachuca. - “Si lo sueñas lo creas”, es tal vez la frase que más le acomoda a Fernando de la Peña, CEO de la empresa AEXA Aerospace; las naves y el universo que de niño miraba a través de la serie Robotech, hoy son una realidad que convergen en un nuevo sueño, la conquista por el espacio y la llegada a Marte. Cuenta que desde siempre ha tenido fascinación por el cosmos, alimentado por la mirada diaria a los grandes discos de la estación terrena de Tulancingo de donde es originario, ahí las estrellas parecían cercanas y el negro infinito del espacio impulsaba y alentaba su mente. Hoy es uno de los contratistas de la NASA, del departamento de Educación y de la Defensa. Fernando de la Peña a sus 45 años de edad recuerda su niñez al lado de sus padres como hijo único. Pero entonces, a los seis años, sufrió una tragedia qué tal vez en ese entonces no imaginaba cambiaría su vida. La muerte de su padre, un empresario textil de la región, obligó a su madre a atender los negocios y con ello quedó un niño que debía buscar en qué entretener su tiempo. Vino entonces la tecnología a su rescate, una computadora y un juego del legendario Atari hacían soñar con la construcción de naves espaciales. Al crecer, la carrera de ingeniería cibernética era lo que más se ajustaba a sus ambiciones. Con la mirada puesta en la NASA, al finalizar sus estudios su tesis se basó en un motor para nave espacial. El nombre de su trabajo fue “Motor Basado en Energía Antimateria y su Sistema Controlador”, con el cual, en lugar de usar combustible común a base de hidrógeno y oxígeno, utiliza materia negativa, anti materia, que es muy abundante en el universo, con el motor patentado, el siguiente paso dice fue buscar puertas para entrar a la NASA. El sueño americano “Todo lo que he soñado lo he logrado soy hispano y muy orgulloso de dónde vengo”. En la búsqueda de fallas en los transbordadores donde los astronautas no pueden llegar, ya que esto ha originado accidentes como el del Columbia, también dice trabajó en una pantalla o display para que los astronautas lo pudieran llevar en el brazo al hacer sus caminatas en el espacio, actualmente todavía deben llevar un papel enmicado ya que el uso de computadoras no funciona por las condiciones agresivas. Luego de ello, en el 2010, decidió ser profeta en su tierra, al traer el proyecto de una Agencia Espacial, pero México y la comunidad científica no están preparados para ello. Finalmente, la Agencia fue aceptada por la clase política y científica concretamente con la UNAM, pero a él no se le permitió participar, su juventud jugó en contra y quedó fuera del proyecto. Era entonces esperar una oportunidad en México o buscarla en Estados Unidos. Y el radar apuntó a la Unión Americana, donde creó la empresa AEXA Aeroespace con la cual buscaba trabajar con la NASA, donde le pedían al menos tres proyectos exitosos, pero al ser una empresa nueva no contaba con ello. Cuenta que esto no lo detuvo y por el contrario, se convirtió en el “ajonjolí de todos los moles”, al incursionar en las organizaciones más importantes de ese sector como National Contract and Management Association, la cual se encarga del manejo de contratos con la NASA, y Bay Area Houston Economic Partnership, organización que agrupa empresas en el sector aeroespacial, ambas habían tenido únicamente como presidentes a anglosajones hasta su llegada, donde no solo fue un hispano más, sino un hispano presidente y con un gran desempeño que le han valido reconocimientos y medallas. A la par de ello, AEXA crecía en contratos como el otorgado en el centro Marshall y con Lockheed Martin, se involucraba cada vez más en materia espacial. La carrera por el espacio donde AEXA busca su lugar Uno de los trabajos que han llamado la atención fue el realizado para la NASA y la empresa de SpaceX de Elon Musk. La pandemia obligó a AEXA a acelerar la creación de su tecnología de hologramas y fue con ello que se pudo entrenar a los astronautas de la nave Crew Dragón. Con esta tecnología de hologramas se pudo que los astronautas fueran entrenados en Texas desde Alabama, como si estuvieran al frente de los simuladores. Se trata de conjuntar realidades lejanas separadas físicamente, con esta tecnología se puede no solo estar presente en algún lugar sino interactuar, “yo acá y cualquiera en su casa me puede dar un recorrido por ella y puedo caminar a su lado e interactuar”. Literalmente apunta alguien desde la tierra se puede teleportar a Marte. El impacto de la teleportación holográfica alcanzó al departamento de educación, que se interesó en comprar esta tecnología para poder continuar con la educación en ese país, parada en algunos sitios por la pandemia de Covid19, lo que no se puede hacer con una videoconferencia, como por ejemplo el trabajo en un laboratorio se puede realizar con la teleportación holográfica. AEXA dice tiene potencial para colarse entre las empresas que lideran la carrera por el espacio. No solo aporta conocimiento sino también manufactura. Estados Unidos, perdió durante años su capacidad de ir a la Luna, la cual señala han vuelto a recuperar.
Convencido de que las empresas son las que deben de marcar a donde van las inversiones y las investigaciones, apoyados por el gobierno y la academia, AEXA se prepara para entrar de lleno en este mundo y asevera, tiene con qué. (Con información de Dinorath Mota/ Corresponsal de El Universal)
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