Constanza Manrique García

¿Por qué quiero participar en el IASP?
 
Mi nombre es Constanza Manrique García, tengo 21 años, soy originaria de la Ciudad de México y actualmente estudio la carrera de Piloto Aviador Comercial en CAE Phoenix.
Volar siempre ha sido mi pasión. Desde pequeña viajar en avión me causaba mucha ilusión, recuerdo que veía el cielo, las nubes y las estrellas con gran admiración preguntándome qué más había ahí arriba. 

Ver el cielo, las estrellas y los planetas desde el avión me cautiva. No saber con qué paisaje te encontrarás ese día, qué astros pasaran sobre ti esa noche y estar más cerca del cielo, me motivó a tomar cursos sobre astronomía para así entender de una mejor manera lo que pasa sobre mí en cada vuelo. Los cursos lograron que mi pasión por la aviación aumentara y que mi sed por descubrir el mundo y de conocer lo que nos rodea creciera.
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¡Ya puedes tener tu primer astronauta!

​Aparte de ser piloto aviador mi sueño más grande es ser astronauta. ¿Quién no soñó con ser astronauta cuando era un niño? o ¿Viajar en una nave espacial por la Vía Láctea? Creo que es un sueño que muchos tuvimos en común, pero al ir creciendo es fácil olvidarlo, se ve como algo imposible, muy lejano, difícil de lograr. Por fortuna, alguien cercano a mí me recordó que todos esos sueños que tuvimos de pequeños, por más que parezcan imposibles, con perseverancia, constancia y esfuerzo lo puedes alcanzar, el secreto es confiar en ti mismo. 

El IASP me ayudará a desenvolverme mejor en el medio aeroespacial y me acercará un poco más a cumplir mi sueño de ser una astronauta mexicana, representar a mi país, mis raíces y contribuir al mundo mientras cumplo mi sueño. Todavía tengo un largo camino por recorrer, no será fácil, pero estoy segura que el IASP es el camino correcto.

Es sin duda una oportunidad maravillosa para seguir descubriendo y aprendiendo sobre todo lo que nos rodea, representa un reto y una oportunidad más para crecer como persona, pero lo más importante, estoy persiguiendo un sueño, que es algún día llegar a volar aún más alto, no por las nubes, sino más allá de las estrellas.